Infinite

Proyectos para 2013 - Ruido

Ya estamos fuera, tíos.

Lo sabéis tan bien como yo: el enfermo moribundo tiene unos instantes preciosos de lucidez, justo antes de morir.


Hoy estoy ya oficialmente en las listas del paro, tras un intermedio equivalente a acumular energía cinética para lanzarse (más fuerte) al vacío.

Durante dos años, cuando se hablaba por fin de crisis, la ignoré por completo mientras galopaba seis horas al día (literalmente correr) con el micrófono en la mano. Estaba tan cansada que enterré lo de escribir como si fuera un secreto vergonzoso.

La proporción queda curiosa: 12/21. De todos los años de vida, 21 dedicados a escribir sin interrupción y 12 sin pensar en eso. Es evidente quién gana, pese a mis esfuerzos titánicos por ignorarlo.

Volviendo a los dos años de parón técnico, sirvieron de poco: después tuve que pagar otros dos años (estos últimos) en los que he dado vueltas de aquí para allá como "periodista en paro". Como dependienta, comercial o camarera, al volver a casa me encerraba en mi limbo. Este espacio interdimensional, este blog, el escándalo de las redes sociales, entretenimiento barato.

He apretado muchas veces los dientes. Tantas, que tengo una contractura en la mandíbula y la esquina de una muela saltó por los aires. Pero he vencido. No me había dado cuenta, hasta que empezó la avalancha de propósitos anuales y listados, que aferrarme a escribir como ancla, de manera desapegada zen un día y con desesperación mortal al siguiente, ha servido para la gran victoria de 2012. Hoy puedo decir que he logrado curarme de la fobia social literaria.

Ya sé que es un trastorno emocional un poco raro. De hecho, ningún psicólogo me ha tomado en serio. Cómo hacerles entender que sé y puedo hacer muchas cosas, pero la única que deseo es escribir. Tanto, que he forjado la posición contraria, un auténtico pánico a comentar siquiera que eso me interesara. Tanto, como para no saber nada de generaciones literarias españolas en curso, ni de autores, ni de editoriales que fueron surgiendo entre 1999-2010.

Ahora sí me he puesto al día, claro. Y de regalo, he finalizado el año tras unos meses volviendo a ser redactora y locutora, tomando el pulso a la actualidad y las declaraciones, a la disciplina de todos los días algo nuevo.

Dudo que consiga nada estable/temporal a corto plazo, relacionado con el periodismo. Seguramente vuelva a repartir publicidad por las calles. Y todavía no he podido dilucidar si escribo mal o bien ni si es publicable, pero la verdad es que no importa. Para 2013 estaré ocupada en estas cosas:

* ¡Libres para nada! seguirá, en la misma línea. Escribiré mis tonterías (o no), haré anti-reseñas de libros cuando me parezca, etc.

* El árbol morado es el nuevo proyecto. No tenía suficiente con un blog personal del que preocuparme, ahora otro (¡snif!). Esta segunda casa se estrena el 7 de enero 2013. Os resumo la idea: apretada por el hambre y con el engañoso brillo de la inmediatez, se me ocurrió el año pasado escribir nuevos relatos para componer un "libro de relatos" y su inmediata autoedición vía Amazon, mientras salían cosas "más grandes". Pero no quiero que sea así. En El árbol morado se irán publicando exclusivamente relatos (algunos ya están por aquí). Será gratis para vuestro disfrute, pero pondré un botoncito de Paypal para el que quiera ser caritativo y donar unos pocos céntimos. Ganarme la vida con eso está claro que no, pero ir ahorrando para la portada de la novela lo mismo sí (incluye el dibujo de un ilustrador, que tendré que pagar). [Tongoy ya me dijo que no se me ocurriera una mierda parecida; este es el caso que le hago]

* Hablando de la novela, me dedicaré también a terminar lo que queda y la enviaré a esa editorial con la que soñé. Ya es un paso bastante grave, es la primera vez que enviaré narrativa a una editorial. Si dicen que no, otra. Y si no, otra. Y otra y otra y otra. Será por paciencia, llevo 20 años esperando para ver publicado algo literario mío jajaja.

* Seguiré insistiendo en colaborar con revistas literarias. No creo que con todas vuelva a pasar lo mismo que pasó en 2012 (que de repente digan que cierran la empresa, que se les caiga el servidor y no lo recuperen). O quizás sí vuelva a pasar. Y me reiré mucho.

Lo que tengo que inventar para no volverme loca sin trabajo...


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