Infinite

Consejos para empezar bien 2012

¿Preparado para Nochevieja? ¿Todavía tienes que salir para las últimas compras de la cena? Pero hombre, por qué lo dejas todo para el último momento. Bueno, pues atiende a nuestros consejos infalibles que te permitirán  no sólo una buena entrada y salida del año, sino además atraer todas las energías positivas, salud, dinero, amor, etc. para el nuevo.
1. Las Uvas de la Suerte: tradición española donde las haya, tomarse 12 uvas con las 12 campanadas, rentransmitidas en directo desde el reloj de la Puerta del Sol (Madrid). Este año, cambia las uvas por polvorones. Hay que conseguir metérselos todos en la boca, como si no hubiera mañana. Da igual que no consigas tragarlos. Y no te preocupes de una posible crisis de asfixia: te servirá de preparación para el ahogamiento que te espera el resto del año, falta de asistencia sanitaria incluída.

Palidece, recuerdo, palidece


Así es, aquí están, míralos. Todos los papeles viejos, los únicos que quedaban. Las últimas copias, incluyendo sus réplicas en CD, rotos. Todo junto, desmenuzado y astillado, ha ido a la basura. Fin.

Desconozco las manías de los escritores actuales respecto al tratamiento del primer material que escapó de sus manos. En el modelo antiguo, la mayoría de casos con éxito cuentan una historia parecida: se destruyen las primeras tentativas, con asco, por miedo o por vergüenza. En el modelo nuevo es más complicado, porque las muestras se airean al ojo mundial a través de la red, publicados digitalmente, después quizás en papel; hay más rastro donde aferrarse. Mucho más que perder.

Por miedo a...


Granulosos segundos de tiempo
no primeros, nunca errados.
El desprecio o la duda.
El miedo o la sangre.
Lo seguro o el viento.
Tenerte escondido en los pliegues de un silencio
que no ha podido gritarse.
Rayar las cáscaras de limón
para hacer buena sinfonía de corcheas,
demi-plié, grand-plié, relevé.
Filigranas transparentes de cristal.

Sorbo la gota, sorbo la hora,
chupo la cáscara del limón.
Bloquea el tiempo de pequeño sauvage.

Te he dado tanto... hasta quedar vacía,
exhausta de mí.
Caricia - carantoña - mimo.
Tarde puesta de sol en la que descansar de todo.
Sonido hueco de un timbre
horadado por la gota en tercera posición,
ter - ce - ra,
pie - delante - de.
Del caoba oscuro al rubio cobrizo luminoso.

Aquí muda sentada en la presentación
de otras letras impropias.
Al fondo, al final.
No diré nada.

Invoca a soles incendiarios... no hay nada que perder

El grupo Amaral ha sido un referente íntimo desde su primer disco, cuando todavía eran algo desconocidos. Por toda una serie de motivos estúpidos y sentimentales, como sincronías en las letras, el hecho de que Eva Amaral adoptara pronto el flequillo como imagen identitaria y no se lo ha dejado largo más nunca (¡flequillos!) o que su segundo disco fuera el regalo que me hice recién salido al mercado, con mi primer sueldo/becaria de periodista (en una revista escribiendo, además). Así que de alguna manera, sus canciones siempre traen vibraciones positivas inconscientes.

Como ha pasado con otros artistas nacionales de los que he intentando declararme "fan" (muy pocos) también los conozco en persona (Eva&Juan) por casualidades del destino y las circunstancias de conciertos en escenarios grandes pero pueblos pequeños.

Los lirios del campo


Los lirios en el campo famosos
esos 
nunca los he visto
y he paseado por la tierra
una y otra vez,
por el bosque,
de día, a medianoche,
mariposas, ranas,
cuervos.
Amapolas, setas, hojas de Olivo.
De Opio.
Tréboles.

Por más que he buscado
jamás encontré estúpidos lirios del campo.
¿Serán como los unicornios?
¿Arquetipos imposibles?