Infinite

Tripas

Me inclino ante tus tetas naranjas, sí. Genuflexión, genuflexión, y eso que sólo me interesan las mías, pero qué importa ese detalle. He obtenido una excusa para contenerme una semana y pasar de refilón otro post quejicoso. Adriana Bañares publicaba esta entrada que me dejó pensativa: ¿es verdad? ¿es una crítica? ¿es ironía fina? ¿un lamento, tal vez? Hasta el comentario que pongo arriba, entonces ya me quedó claro.

Pregunto

Me pregunto las veces que hablaría sola
mirando al espejo, sin nadie a quien exhalar
los pormenores del día, el esto y aquello
y las casualidades, y la curiosidad del encuentro
y la circunstancia.

Manual de autoayuda para desaparecer con éxito


Los muertos empezarán a desfilar frente a tu puerta abierta.
Perdido en el sofá, seguirás girando la cabeza
porque esto no va contigo.

Das Rote Grab

La mentira de la generación 2.0 y la repugnancia

Es repugnante que las personas se hayan convertido en objetos de mercado, en una cosa que se denomina "marca personal". Viene a ser el "darte a conocer" de toda la vida, pero mucho más complicado e imposible. Lo suficiente como para ofertar tomaduras de pelo con el título de máster, posgrado o especialización en redes sociales.